¿Ayudarte?, mucho problema.
Justo frente al Ministerio de Comercio e Industria había gente que agonizaba, gente tumbada que echaba espuma por la boca. La mitad de la calle se había convertido en un verdadero infierno, pero en la otra mitad la gente seguía con su vida cotidiana […]. Nadie se acercó a echar una mano. Era como si estuviésemos en otro mundo. No se detuvo una sola persona. Cuando uno vive se encuentra, en ocasiones, en situaciones inesperadas. ¡Ja!, bueno, más o menos inesperadas. Estoy hablando de esos momentos quizás excepcionales en la vida en los que uno espera reaccionar de forma espectacular. De esos instantes que te comprometen y en los que hay que tomar decisiones rápidas y certeras para salir airoso, de los que entonces uno, en sus ratos de ocio (como cuando estas cagando, o como cuando estás esperando el colectivo después del cine), especula. Y sí, me refiero a situaciones del estilo de: que te asalten en la calle o que veas tipos que se meten a tu casa; estar en un accidente au...