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Mostrando entradas de 2023

Desprecio de sí

  La ironía de despreciarse a sí mismo.      Dice Nietzsche, en Más allá del bien y del mal , en una de sus "Sentencias e interludios", que "quien a sí mismo se desprecia continua apreciándose, sin embargo, a sí mismo como despreciador". ¿Cuál es el sentido de este enunciado tan enigmático en apariencia? En apariencia, digo, porque es lo primero que uno obtiene del enunciado antes de masticarlo, antes de darle vueltas, y de jugar con la definición de cada uno de sus términos. Ese desprecio de sí del que habla el autor, ¿cómo se manifiesta? O acaso, cuál es la definición de este decir "desprecio". En todo caso, la pelota queda de nuestro lado, y con las herramientas que tengamos a disposición es que podremos darle sentido a la frase. Yo acá voy a intentar asomar una interpretación propia, de manera que desde ya no vale para todos igual, aunque, obviamente, intentaré establecer esta interpretación de la manera más objetiva posible, haciendo uso de definicion...

El valor de la vida en las personas de ciudad.

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  ¿Qué hacemos con nuestra vida y con la de los otros?      En un texto incluido en la compilación de El espectador, el español Ortega y Gasset escribe unas líneas comunicando algunas reflexiones sobre el espíritu de lo que él denomina "hombre moderno", pienso yo, ese bicho de ciudad, que piensa que el agua emana de la canilla o, en última instancia, de una planta de aguas sanitarizadas; ese bicho que piensa que "la comida" (el pan, la lechuga, el tomate, la pechuga de pollo...) está y estará siempre dispuesta en el supermercado, o en la carnicería, o en la panadería, que solo basta disponer de dinero para adquirir esos bienes; ese bicho, en fin, que piensa que solo las rutas, veredas, pavimentaciones, etc., están hechas para transitar. Es decir, que evita pisar el pasto de las plazas y camina por el pavimento que conduce el tránsito, como si el bicho fuese un robot con sensores para identificar solamente algunas superficies.     En ese texto, podemos leer...

Sentir y comunicar.

¿Para qué jugamos? Esa es una pregunta que el jugador no se hace. Esa es una pregunta cuya respuesta esta comprendida por quien no se la hace. Aquél que se la hace, quiere que se explicite la respuesta. Pero esta es una respuesta que no puede ser dada, al modo como son dados los objetos, los nombres o las mercancías. Esta es una respuesta que ha de ser vivida , experienciada . Si yo tuviese que explicarte lo que se siente meter un gol; si yo pudiera contarte lo frustrante que es perder en la defensa; si pudiera decirte que cuando lanzo un tiro libre en momentos decisivos, la pelota me pesa 20 kg más de lo habitual; si tuviese que describir la sensación de un compañero haciendo un gol y falta, de cómo el pecho se me infla y un calor me recorre el cuerpo… Si yo tuviese que explicar la vida, me faltarían las palabras. Porque la vida no está hecha de palabras. La vida, tampoco está hecha de hechos. La vida en primera persona esta hecha de experiencias, de sensaciones, de roces, de olo...