Argentina: Muerte y metamorfosis del "Ciber".
Imagen editada. Original en línea (Clarín digital) |
Época de oro.
Para muchos de los que hoy, 2020, somos jóvenes de entre 28 (me atrevo a decir 30) a 18 años, el Ciber va a ser un espacio que ocupará un lugar agradable en la memoria. Estos negocios que, brindando el novedoso y casi exclusivo servicio de la Internet y computadora por inicios de nuestro siglo, era tan importante para aquellos que precisaban imprimir diversos tipos de documentos, conectarse a chequear e-mails de distinta índole, mensajearse a través del famoso "messenger", "loguearse" al Facebook o, lo más importante... invertir un par de horas viciando, solo o en línea, con "juegazos" de la época.
Un negocio que en su auge (entre 2003 y 2008) parecía ser inquebrantable -o en realidad no- fue demostrando, a lo largo, un triste deterioro. Ya hoy, en un presente con Internet y dispositivos computacionales al alcance de nuestras manos y mucho más accesibles, el Ciber es un servicio prácticamente obsoleto, con la salvedad de algunos emplazamientos que han sabido reinventarse y proseguir con tan emocionante tarea.
Lo que se decía del Ciber...
Sin duda alguna, si bien es cierto que muchos de los clientes que visitaban los Ciber utilizaban las computadoras para tareas tales como el uso del Word, la impresión de archivos y/o el chat en línea, lo que hacía más "maravillosos" o más "populares" estos sitios era la posibilidad de jugar videojuegos en las computadoras. Y más si eran en línea. Me acuerdo de mí mismo, en el Ciber que mi abuela tenía en Ramos Mejía, Buenos Aires (hoy kiosco, de pasar a tener 15 computadoras a tener solo 3), jugando con el tiempo "libre" y viendo pasar múltiple cantidad de adolescentes yendo y viniendo de las "máquinas" para jugar (y jugando con muchos de ellos). Sobre todo cuando salían de la escuela. El boom se hacía notar en todo el país. Y su paulatina superposición a los más clásicos arcades, se iba consolidando gracias a la accesibilidad general que, se estima, rondaba desde 2003 hasta incluso el 2006 de un peso por hora de uso de la computadora (que ofertón).
En cuanto a su exacerbada concurrencia, no faltan testimonios. En la provincia de Misiones, por ejemplo, los dueños de múltiples Ciber declaraban que la mayor circulación se notaba cuando los jóvenes salían del colegio. Y estaban aquellos Ciber que incluso mantenían sus puertas abiertas durante las 24 horas:
"Luis, encargado de MisioL@n dijo que su local permanece abierto las 24 horas, pero la mayor circulación se nota «cuando salen del colegio (después de las 10) y durante la mañana vienen los que van al turno tarde. Después está lleno toda la tarde». Sin embargo, locales como Centro, que funciona de lunes a lunes durante las 24 horas, tienen sus instalaciones colmadas todos los días a partir de las 10:30 de la mañana hasta las 4 de la madrugada." (Misiones online; 15/08/2003).
Tampoco faltaban aquellos faltos de pudor que en pleno espacio público como lo era un Ciber, se sumergían en el novedoso mundo de la pornografía gratuita y al alcance de unos pocos clicks:
"Diego, unos de los propietarios, dijo que se estableció que la atención sea más a los adultos porque los chicos hacían mucho ruido y «colgaban» las máquinas al ingresar en sitios pornográficos y bajar programas desconocidos." (Misiones online; 15/08/2003).
El fenómeno del Ciber no estuvo excento de algunas polémicas... Desde los padres que se preocupaban de "el tipo de información" que los hijos podrían absorber de una internet llena de "pornografía y desinformación" (Emiliano Martínez en La noticia web. 31/10/2006), hasta aquellos que renegaban de todos los problemas de salud que ocasionarían el estar sentados tanto tiempo durante la computadora (que si los hay, pero recordemos que hoy día un programador trabaja en promedio 6-8 horas sentado detrás de una pantalla, y las exageraciones con respecto a las afecciones de salud no son las que eran en relación a las que se le atribuia al Ciber). Como en la vida, hay de todo, siempre existieron aquellos que abusaban de las horas adentro del Ciber, como afirma un muchacho durante un reportaje del programa CQC (Caiga Quien Caiga), conducido por Mario Pergolini, donde le dice al reportero que había llegado al lugar a las 11 de la noche, y el reportaje se estaba realizando a las 3 de la tarde. O sea, al rededor de 16hs reloj adentro del Ciber (En línea, minuto 5:33)... Pero lo cierto es que no todo en el Ciber era ensimismarse en la pantalla y jugar, aunque a simple vista no era más que eso.
El ciber, espacio de sociabilización.
Y es que aunque muchos no lo crean, el Ciber brindaba esa sensación de calidez para algunos que quizás, jugando desde sus casas, no hubiese otorgado. Como escribió un periodista ya citado en el diario La noticia Web:
"Quizás no dejan de realizar otras actividades, pero el ciber es una parada segura. Los mates, las facturas y las charlas, forman la nueva liturgia de la compañía. A pesar de la tecnología, y de su compenetración en los videos juegos, la naturaleza humana exige relaciones directas, y que se siguen dando ya no en espacios tradicionales como plazas o clubes, sino en los cibers."
Ya desde mis recuerdos puedo decir que se consolidaba ciertos grupos de compañeros con los que compartías distintos tipos de juegos en línea. Ya sean conocidos o no, si bien estaba cada uno en su pantalla, estaban todos dentro del mismo espacio, y la sociabilidad era inevitable.
El Ciber no murió.
Dijimos, entonces, que muchos Cibers han desaparecido desde que los dispositivos tales como computadoras y, posteriormente, los smartphones se han vuelto más accesibles para la población. No tengo estadísticas precisas al respecto de cuándo fue el pico que determino este acceso a las tecnologías personales digitales, pero sí que en el mundo globalizado era cuestión de tiempo de que este tipo de dispositivos comiencen a extenderse. En el 2008 la empresa de tecnología Gartner aseguraba que "La cantidad de PC instaladas en todo el mundo ha superado los mil millones de unidades", y los mismos analistas estimaron "que la base mundial de PC instaladas está creciendo un poco menos del 12 por ciento anual. A ese ritmo, superará los 2 mil millones de unidades a principios de 2014" (STAMFORD, Conn. 23/06/2008).Muchos Ciber, entonces, cerraron. Otros subsisten y, muchos otros, se reinventaron desde su esencia más simpática: los videojuegos. O, mejor dicho, adoptaron la modalidad "gaming". Los nuevos Ciber se arman de computadoras muy avanzadas, destinadas a procesar videojuegos que exigen, en palabras burdas, tener una nave de computadora. Y se enfocan en eso: ofrecer un espacio para jugar. En un reportaje del noticiero de Telefé Córdoba, podemos ver cómo el aspecto de los ciber paso a ser mucho más "psicodelico" de lo que antes fue, y donde únicamente se ven muchos adolescentes (en su mayoría hombres). El ambiente es meramente lúdico, y ya no hay ni un solo cliente que ose a utilizar el Word en esas computadoras. Como resume el presunto dueño del local: "como se vio que venía así en punta los gamers, se le aposto a eso". (En línea, minuto 4:35).
El negocio puede conocerse con el nombre de "LanCenter" o "GamingHouse", y tiene un horizonte claro. Ejemplos existen, pero en su mayoría estos locales se encuentran situados en urbanizaciones y ciudades con considerable tránsito de gente. No solo de gente, sino específicamente de gente joven.
Sin lugar a dudas, el Ciber no será lo que fue... pero lo mismo habrá pasado en su momento con las salas de juegos arcade como los "Sacoa". Aún así, habría que agradecer a aquellos que apostaron por la reinvención de este negocio que, tranquilamente, podría haberse estancado y librado a la suerte de que cada quien tenga su computadora en casa. El cyber fue y será un espacio trascendente en la memoria de principios de esta generación del siglo XXI.
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